Gerardo Herrera Pérez
El Capitalismo en su fase Neoliberal fomenta el individualismo, el egoísmo, el hiperconsumo, el hedonismo por las marcas, la inmediatez, lo efímero, las sustancias tóxicas, rompe con los principios de la comunalidad y los valores sólidos, frente a estos elementos, la importancia de impulsar procesos de economía social, para revertir dichos actos y transitar a los valores de solidaridad, compromiso, responsabilidad comunitaria y confianza se hace fundamental, y es ahí, donde las cooperativas y sus principios cuentan con los elementos para generar las condiciones de coadyuvar revertir la problemática y pésima distribución de la riqueza nacional que tenemos.
El origen del cooperativismo en México data de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, desde luego con la influencia eurocéntrica, en donde se organizaban los gremios de artesanos y mutualistas. En tanto que, en este periodo en nuestro país, se fundó el Gran Círculo de Obreros de México, una organización que promovía la creación de cooperativas y la defensa de los derechos laborales, sus fundamentos fueron la organización social para el trabajo.
Para principios del siglo XX se fundó el Partido Nacional Cooperativista, que buscaba promover el cooperativismo como una alternativa económica y social a la devastación que había generado la Revolución. Diez años después, 1927, se promulgó la primera ley que regulaba las cooperativas en México, en ese momento da inicio el movimiento cooperativo; y que por cierto se está a dos años de llegar a cien años de la primera legislación, durante el cual se han ido perfeccionando la Ley General de Sociedades Cooperativas en 1933, 1938 y 1994.
En el periodo de gobierno del General Lázaro Cárdenas de 1934 a 1940 se impulsa el cooperativismo como parte de las políticas de reforma agraria y desarrollo rural. Así se promovieron cooperativas agrícolas y de producción, que en Michoacán tuvieron una promoción importante en la zona de Tacámbaro, Uruapan, Maravatío, Aguililla, así como en la Tierra Caliente con la Unidades de Fomento de Recursos Naturales. Durante casi cien años y con distintas modificaciones en su normativa, la última ley data de 1994, ésta ya tiene modificaciones registradas de 2018; en este sentido, las cooperativas en México enfrentan desafíos como la falta de acceso a financiamiento y la necesidad de mayor capacitación, formación e información cooperativa entre la membrecía y la población en general, así como la necesidad de un impulso mayor de difusión sobre sus ventajas en el marco de la economía solidaria.
Hoy, frente al modelo Neoliberal que vivimos, el Gobierno de México, impulsa la creación de sociedades cooperativas para promover otro modelo de organización social basado no en el lucro, el interés y la optimización de los bienes de consumo, sino en la solidaridad y la igualdad de oportunidades. De esta manera las cooperativas acomodan sus actividades a valores sustentados en la autoayuda, autorresponsabilidad, democracia, igualdad, equidad, solidaridad y ética, a través de la honestidad, transparencia, responsabilidad y vocación social de sus socios, valores sustentados en ocho principios cooperativos que define su marco normativo vigente.
Dichos principios plantean fortalecer I.- Libertad de asociación y retiro voluntario de los socios; II.- Administración democrática; III.- Limitación de intereses a algunas aportaciones de los socios si así se pactara; IV.- Distribución de los rendimientos en proporción a la participación de los socios; V.- Fomento de la educación cooperativa y de la educación en la economía solidaria; VI.- Participación en la integración cooperativa; VII.- Respeto al derecho individual de los socios de pertenecer a cualquier partido político o asociación religiosa, y VIII.- Promoción de la cultura ecológica (Ley de sociedades cooperativas).
Uno de los elementos que nos interpela en estos momentos, es la promoción de la cultura ecológica, es decir, contar con un modelo de formación que permita a la sociedad cuidar de la naturaleza frente al hiperconsumo que vivimos y la falta de planeación y abuso de los recursos que aporta la naturaleza para atender el hiperconsumo; para Leonardo Boff en su texto Los cuidados de la naturaleza, o Humberto Toro, sobre la Ética de los cuidados, en su consideración cuidar del medio ambiente, se plantea el cuidado y respecto a la naturaleza, a efecto de generar las condiciones para evitar lo que expresa Félix Guattari en su reflexión Las tres ecologías, donde se presentan la crisis medioambiental, social y subjetiva.
Otro elemento más que nos proponen los principios cooperativos es la economía solidaria, que busca generar relaciones de solidaridad, confianza y participación comunitaria. La economía solidaria se basa en el trabajo colaborativo y la propiedad colectiva de los bienes, promoviendo un equilibrio entre resultados económicos y objetivos sociales. El modelo incluye diversas formas de organización social, entre ellas el de las cooperativas, ejidos, comunidades y empresas donde los trabajadores son dueños. La economía solidaria plantea los mismos principios del cooperativismo y busca transformar la sociedad mediante prácticas económicas justas y sostenibles, y puede aplicarse a cualquier tipo de empresa o iniciativa.
2025, es el Año Internacional de las Cooperativas, y aquí en Michoacán se continúa trabajando colaborativamente para el impulso de estas, entre ellas se cuenta con la Unión Estatal de Cooperativas de Michoacán (UECM) que impulsan el movimiento cooperativista en el Estado.
La UECM, promueve el modelo de economía social y solidaria, además de brindar asesoría capacitación y consultoría e impulsar las bases para desarrollar un modelo de comercio justo. Entre sus principios y valores destacan: la equidad, igualdad, responsabilidad, solidaridad, cooperación, disciplina, democracia, así como, comercio justo.
Un gran reto tiene la UECM, al tener que promover las acciones entre toda su membrecía para atender el Año Internacional del Cooperativismo iniciando con la formación de los socios, socias en los principios cooperativos, además de ir generando las sinergias con la Organización de las Naciones Unidas, Organización Internacional del Trabajo, pero también con la Alianza Cooperativa Internacional, así como con las estructuras a nivel nacional para México. Es decir, un primer paso, la formación e información de los principios y valores del cooperativismo y fijar su presencia y visibilidad en el plano nacional en la economía social y solidaria y buscar el trabajo colaborativo para su integración a los distintos países en América Latina que promueven el cooperativismo.
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